sábado, 5 de noviembre de 2011

Marlon Francisco: Cantante, poeta y activista

Ciudad de Guatemala, 05 de noviembre de 2011. En la sección "Rostros LGBT en Guatemala", dentro del blog Azul en el Arcoiris, conozcamos a Marlon Francisco, amante del canto, la poesía y el activismo por los jóvenes y la diversidad sexual:


Soy  una persona que está en la construcción perpetua de su identidad femenina, que no depende de cómo se ve sino como se siente, ¡soy cantante, poeta y activista!

He vivido muchas vidas a la vez, me siento privilegiada en muchos aspectos: En lo material más no en lo económico, con varios talentos, quizás no lista, pero muy analítica,  me rodea un celo y protección familiar, cuento con la gente que llega a mi vida y me toma para sí. Tengo también mis lados trágicos entre ellos mi salud, el mal aprovechamiento de lo que tengo. Entre mis tragedias personales se encuentra el dilema sobre la vida que me quita a los que he querido, ya sean animales o personas.


Me dedico profesionalmente a la literatura, a escribir, a hacer crítica por encargo, hago prólogos, comentarios, talleres, canto y promociono eventos artísticos. En mi activismo me fortalezco  aprendiendo para aplicarlo a lo que hago. Por medio de mi organización y a través de ella hago talleres de arte en diversos lugares. He alcanzado comunidades (en Ciudad de Guatemala) que viven gran violencia: El Mezquital, Carranza, Puente Belice, Villalobos.  Ahí he realizado talleres de expresión artística y canto. Como escritor  poseo 4 libros  (poemarios), a quienes  llamo mis hijos.  Como cantante he participado en al menos  veinte representaciones artísticas en la Gran Sala del Teatro Nacional (de Guatemala), tres de ellas como solista. Otro de mis logros ha sido salir de mi país gracias a la ópera. Por mis diferentes facetas he tenido presencia en radio y televisión. En actuación he participado en tres obras de teatro con papeles protagónicos, así que aún no siendo actor, poseo esa chispa dramática.  Con relación a la juventud, uno de mis logros más preciados fue que en medio de la tormenta Agatha (Tormenta tropical que afectó Guatemala en mayo de 2010), lleve a mis alumnos del Mezquital a cantar con los niños viviendo con VIH. Fue emocionante ver como los niños escuchaban y se emocionaban con Igor Stravinski.  En mi activismo he sido comisionado presidencial de la niñez, cuatro años coordinador general adjunto de la Coordinadora Juventud por Guatemala, miembro del Consejo Ejecutivo Nacional de la Asamblea Nacional de Jóvenes de Guatemala. Un hito personal fue ser designado anfitrión en mi país con los representantes de Centroamérica que participaron en el Encuentro Mesoamericano de Juventudes, dándoles la bienvenida como si de mi casa se tratara. En general puedo decir que me dedico a mantenerme con vida.


Entre mis tristezas recuerdo haber iniciado mi adolescencia, mi sexualidad y mi forma de pensar, encerrado en un colegio católico para varones, lugar donde me lastimaron el espíritu y el alma. He perdido a gente que ha muerto temprano y me duele saber que en un par de años se irán más.  Sé que cuando muere alguien no se va del todo, porque sigue doliendo, hay una acumulación de cosas. Es triste vivir la navidad sin la fulana, comer fiambre (platillo tipico guatemalteco) sin aquella otra o en un cumpleaños no tener el abrazo del fulano y todas las costumbres a las que no podemos desapegarnos. Mi tercera tristeza es haberme enfermado muy joven a causa de la diabetes, porque esta enfermedad no la pedí, sino que sencillamente se me dio. Y aunque mi madre lo dijo casi como blasfemia, deseando  se apartara de mí este cáliz, lo siento como inevitable fracaso y frustración. Sé que es una enfermedad metabólica y la reconozco como una sentencia de muerte que me impide visualizarme de forma coqueta a unos ya inalcanzables cincuenta años. Ya ni siquiera es posible  tener acuerdos con la vida porque ella no puede asegurarme otros diez años más.


Cuando despierto pienso que sigo viva otra vez.  Canto en la ducha, Habitualmente no desayuno y cuando lo hago me alimento de ensure (complejo de vitaminas y minerales entre otros), yogurt y pastillas.

Me siento orgulloso de tres partes de mi cuerpo: Cerebro, ojos y boca (Mis tres instrumentos), por el contrario, no me siento orgulloso para nada de “mi páncreas cerote” (expresión de enojo, considerada ofensiva en Guartemala). Soy feliz dentro de mí, con mucha música a mí alrededor, de hecho mi momento de paz es cuando canto a solas. Reconozco a la lectura como mi vicio sano, leo toda clase de poesía, poca narrativa, textos políticos e historia del arte, en especial de canto. No me considero  ordenado, ni en mi casa ni en mi vida. Vivo conectado al internet todo el tiempo, al punto de que si fuera a una isla desierta,  llevaría conmigo algún medio de comunicación. Mi virtud secreta es que en el fondo no me considero vengativa, recibo bien a los que me tratan mal.
                                                                                                            

Amo de los hombres cuando te ven perplejos porque descubren que eres más inteligente que ellos o cuando esconden la cara porque dicen te amo y les provoca vergüenza. No soporto de ellos el que no quieran jugar con las reglas claras. Si no ofrecen fidelidad, pues que no la pidan. Mi beso perfecto sería dado en la Antigua Guatemala, luego de un concierto de ópera, primero intercambiando regalos y abrazos, luego diciendo lo que sentimos y finalmente besarnos. Mi primera vez fue a los 13 años, fue breve para mi gusto, no me dejaron siquiera hablar y hasta me condicionaron. He besado a varias chicas, más bien me he prensado (besado repetidamente) con varias. Considero al AMOR como el mejor sentimiento del mundo y a la carencia de afecto como el peor.


Me satisface de mi trabajo que una misma herramienta sirva a la persona para satisfacer necesidades propias. Que una misma planta de diferente fruto. Me hace sonreír la cara de mis alumnos cuando aprenden algo nuevo. Me enorgullecen en este mundo tres mujeres: Mi abuelita, mi mamá y mi amiga Adelaida. Mis ambiciones por cumplir son  salir nuevamente de mi país a cantar ópera y que el estado de Guatemala,  a través de su editorial oficial,  publicara uno de mis libros.



¡Soy una diva total! Un poco temperamental, apasionada, intensa, fuerte,  lo quiero todo en mi camino o si no formó una tormenta en un vaso de agua, sin embargo tengo un corazón generoso, amo a mis amigos con pasión e intensidad. No  prometo que no cometeré errores, pero siempre trataré de corregirlos y mejorar mi actitud. Soy diva y mucho,  pero insensible y poco solidaria jamás. Abofetearía a cualquier persona que se aproveche de la nobleza de la gente y que hace algo por este país.


No dejaría el arte por el amor, más bien vivo el amor por el arte. Mis artistas favoritas en literatura son guatemaltecas: Isabel de los Angeles Ruano, Johanna Godoy, Adelaida Loukota. Me gustan los pintores impresionistas y  los buenos cantantes de ópera, los demás “pelan” (comentario guatemalteco que significa que "no importan"). Si pudiera, elevaría una estatua al ser humano asexuado y del futuro, aquel libre de pobreza, discriminación y retraso. Aquel que trabaja no por la meritocracia ni por el pisto, sino porque con su granito,  ayuda a hacer crecer a la humanidad. A aquel ser humano que trasciende con nobleza y de buen corazón. Creo que por cada decisión en la vida, esta implica éxito y fracaso. Canto a pesar de mi salud que ya no me lo permite, sigo escribiendo y leyendo sin tener ojos saludables. He perdido cosas por seguir otras.





 Sobre mi país, creo que Guatemala es un lugar de sonrisas y lágrimas a la vez.  Una bendición que maravilla y una tristeza tan honda. Una nación dividida entre la vida y la muerte, veneno que arde, que gusta y que duele.  Pienso que la comunidad LGBT no es una familia en sí, somos  distintos rostros de una realidad golpeada  (siendo esta el verdadero elemento en común).



Creo que en realidad todas las personas estamos buscando acá algo que no hemos perdido, somos como el recién nacido que busca los ojos de alguien para poder devolverle algo, buscamos  validación. Somos como ríos que en el camino  ayudamos a florecer o dar de beber,  mientras otros destruyen o ahogan. Pero a todos se nos olvida que como ríos siempre regresaremos al mar. Regresaremos a la pieza que no nos hacía falta.


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Poesía de Marlon Francisco
Te prometo Anarquia    Villa de Mixco

Canto con Marlon Francisco


Incidencia de Marlon Francisco



2 comentarios:

  1. Wau así es como se hace seguí enorgulleciendo a este país, gente como vos es lo que necesitamos como ejemplo,para entender que con dedicación todo se puede lograr muy muy bien!!!!!
    Segui adelante!!!!
    ATT. Carlos

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  2. Marlon, qué buen blog. Sigue adelante, abrazos.

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